Así fue que fundamos Somnah
Todo comenzó en un viaje largo en avión, de esos en los que parece imposible encontrar una posición cómoda para dormir. Entre estiramientos incómodos y un cuello dolorido al aterrizar, surgió una pregunta: ¿y si pudiesemos diseñar una almohada que realmente resolviera este problema?
Empezamos con bocetos improvisados y probamos materiales de todo tipo, desde telas suaves hasta espumas con diferentes densidades. Cada prototipo nos acercaba un poco más a la combinación perfecta de comodidad, soporte y portabilidad.
Finalmente, después de meses de pruebas y ajustes, nació la almohada SOMNAH: lo suficientemente suave para relajarte, lo bastante firme para mantener la cabeza y el cuello en la posición ideal, y tan compacta que puedes llevarla a todas partes.
Hoy, miles de viajeros la usan en aviones, trenes, autobuses e incluso en casa, disfrutando de un descanso que antes parecía imposible en movimiento.
Lo que comenzó como una incomodidad en un vuelo se transformó en una solución que acompaña y mejora las experiencias de viaje en todo el mundo.